Trastornos alimentarios en la edad adulta

El pasado 1 de diciembre Maureen Salamon, editora ejecutiva de la revista “Harvard Women’s Health Watch”, publicó un interesante artículo sobre los TCA en mujeres de mediana edad que resumimos a continuación:

La anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón no sólo son cosa de adolescentes y afectan a más mujeres de mediana edad y mayores de lo que pudieramos pensar.

Según un estudio de 2019 en la revista médica “JAMA Network Open” a los 40, una de cada cinco mujeres ha lidiado con un trastorno alimentario, el doble de la proporción identificada para mujeres a los 21 años. Muchos de estos casos probablemente sean la reaparición de un comportamiento que ha pasado desapercibido durante años, dice la Dra. Holly Peek, directora médica asociada del Centro de Trastornos Alimentarios Klarman en el Hospital McLean, afiliado a Harvard. Muchas mujeres con trastornos alimentarios en los 40 han tenido el problema durante la mayor parte de sus vidas y están pasando por momentos vitales importantes muy diferentes a los de una adolescente o una mujer joven; quieren seguir siendo competitivas en el trabajo –donde la delgadez puede asociarse a la juventud– o reaparecer socialmente después de un divorcio, quedarse viuda o una vez se marchan los hijos de casa.

La importancia de la imagen corporal parece ser una característica clave que hace que las mujeres retomen o inicien un trastorno alimentario, afirma la Dra. Bettina Bentley, médico de atención primaria de los Servicios de Salud de la Universidad de Harvard. A muchas mujeres les asusta los cambios que experimenta el cuerpo a esas edades, los cambios hormonales que apareja la menopausia pueden aumentar los riesgos de trastornos alimentarios. Se sabe que el estrógeno desempeña un papel en el desarrollo de un trastorno alimentario en ambos extremos del espectro de edad, aunque no se sabe el por qué, dice la Dra. Peek. Las mujeres durante la menopausia son más propensas a aumentar de peso, y pueden sentir que su cuerpo no les acompaña.

Los trastornos alimentarios que se mueven entre lo normal y lo problemático también son muy frecuentes, más que los trastornos alimentarios diagnosticados, y se arrastran hasta la edad adulta. El estar continuamente a dieta, centrándose en una alimentación muy sana, o pasando horas en el gimnasio, son comportamientos que pueden llegar a acentuarse con la llegada de la menopausia y los cambios en el cuerpo.

Aunque la anorexia suele ser menos común después de los 26 años, la bulimia sin embargo alcanza su punto máximo cerca de los 47 años, según un estudio de noviembre de 2017 en la revista «International Journal of Eating Disorders». El trastorno por atracón es el trastorno alimentario más común en adultos y suele seguir siendo un problema para mujeres de hasta 70 años.

Los TCA pasan factura, aunque no sea visible para los demás. Suelen darse carencias de algunos nutrientes, sobre todo hierro, vitamina B12, calcio y vitamina D, dice Margaret Schrier, jefa de nutrición de los Servicios de Salud de la Universidad de Harvard. La pérdida de peso extrema, las purgas y la desnutrición también pueden provocar otros problemas:

>Pérdida de masa ósea. El riesgo de fractura ósea es siete veces mayor en alguien que ha tenido anorexia que en la población general, dice el Dr. Bentley.

>Problemas cardíacos. Los niveles bajos de electrolitos debidos a los trastornos alimentarios pueden provocar latidos irregulares del corazón. Las mujeres de mediana edad también son más propensas a tomar medicamentos para enfermedades crónicas, lo que puede aumentar este riesgo.

>Afecciones pulmonares. Los músculos del tórax se debilitan con el tiempo, sobre todo en las personas que se fuerzan repetidamente a vomitar. Esto aumenta el riesgo de neumonía.

>Problemas gastrointestinales. El reflujo, la hinchazón, las náuseas, los vómitos, el estreñimiento o la diarrea pueden estar relacionados con un trastorno alimentario.

>Diabetes. Las personas con trastorno por atracón tienen tasas mucho más altas de diabetes, probablemente debido a los frecuentes picos de azúcar en la sangre después de u atracón.

>Insuficiencia cutánea. La mala cicatrización de las heridas y las profundas arrugas faciales son comunes en las personas con anorexia de larga duración, probablemente como reflejo del mal estado nutricional general.

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *