Comprendiendo los TCA desde las emociones
Magnífica charla coloquio ayer tarde con Manuel Baruque y Pablo Catalán, desmontando los mitos que todavía rodean los TCA masculinos y dando muchas pistas de cómo acompañar en el proceso de recuperación de nuestros familiares.
Los TCA masculinos tienen una prevalencia mayor de lo que se piensa. Hasta la fecha la mayoría de los estudios indicaban que por cada 10 mujeres diagnosticadas con TCA, se diagnostica 1 hombre. Estas cifras sólo hacen referencia a casos diagnosticados y de hecho los estudios más recientes ya hablan de que en torno a un 25% de las personas que sufren problemas de conducta alimentaria son hombres, y en el caso de la vigorexia el 95% de los casos son hombres.
Pero además del género, se tocaron temas muy diversos e interesantes como el miedo a la recuperación, las redes sociales, cómo entender mejor muchas respuestas de nuestros familiares, y sobre todo de cómo comprender esta enfermedad desde la emoción y no tanto desde el síntoma para aprender a comunicarnos a través del lenguaje de la emoción y no del idioma del trastorno.
Está claro que para poder acompañar mejor tenemos que entender el TCA y la función que está cumpliendo en el sistema familiar, dejar la culpa y hablar de responsabilidades, y sobre todo aprender a comunicarnos a través de las emociones en lugar de hablar de comida que es el lenguaje del TCA.
Un tarde llena de experiencias y emociones en la que quedó patente que las familias somos un pilar fundamental en el proceso de recuperación y de allí la importancia de la formación, la pedagogía, la informacion.
Desde TCA Aragón queremos agradecer a todos los asistentes a la charla coloquio de ayer «El peso de la perfección: los TCA no entienden de género», a socios, familias, pacientes, y profesionales.
En los próximos días compartiremos la grabación del coloquio para todos aquellos que no habéis podido asistir.
Y por supuesto mil gracias a nuestros fantásticos panelistas, Manu y Pablo por tanta generosidad, compartiendo vivencias y experiencia durante las dos horas de coloquio; y al Centro Joaquín Roncal por facilitarnos siempre las cosas y apoyarnos en la organización.